Cómo puedes aprender narrativa.

Una rueda de noria en una feriaMuchos que comienzan sus primeros pasos como escritores manifiestan sentirse trancados y confusos, a la hora de realizar descripciones narrativas de lugares, situaciones e incluso de personajes. Eso suele desanimarlos y acuden en solicitud de alguna clase de ayuda a foros y a grupos de escritores. Poco o nada se puede hacer para dar consejos sobre narrativa a través de unos comentarios. Es como el que pretendía que le enseñaran ortografía por ese medio.

Dentro del género epistolar no se utiliza la misma forma ni estilo para dirigir un oficio a una empresa privada, a un organismo público, a un departamento militar o a un juez, que una carta a una persona desconocida, a un familiar o a tu amigo más íntimo.

De igual manera, no es lo mismo escribir un manual de métodos y procedimientos, uno técnico sobre el manejo de un equipo, y un informe científico o técnico para una revista especializada; mucho menos un dictamen jurídico. Tampoco lo es la narrativa para una novela. No tienen nada que ver porque los estilos son muy diferentes. Yo he manejado todos ellos sin ningún problema, tanto realizando manuales de procedimientos como informes técnicos de accidentes marítimos y dictámenes jurídicos. Quizás la diferencia ha sido que cuando llegué a ellos, yo ya tenía muchos largos años de narrativa y de poesía tras de mí.

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El uso de las comillas angulares en los diálogos y pensamientos

Abstracto
Son tantos los errores con los que me he encontrado en este sentido, que he considerado conveniente escribir sobre ello.

En los libros impresos en editoriales tradicionales, que han pasado por un revisor y corrector, no he encontrado ningún error en este sentido, pero sí en los autopublicados y, sobre todo, en blogs y publicaciones en la Web.

Las referencias numéricas que coloco entre paréntesis son todas alusivas a la edición del libro Ortografía de la lengua española de la Real Academia Española, 2010; Espasa Libros, S.L.U., 2010. ISBN 978-84-670-3426-4. Todas ellas correspondientes al Capítulo III El uso de los signos ortográficos.

El uso de la raya en los diálogos (3.4.7).

Quienes leen novelas ya sabrán que, en los textos narrativos, en la reproducción escrita de los diálogos entre dos o más personajes se utiliza la raya (—), como signo de puntuación que es (3,4,7,2,1). Y me refiero a la raya y no al guión (-), que es de menor longitud. La raya precede a la intervención hablada de cada uno de los interlocutores, tal como en el siguiente ejemplo que da la RAE (1):

—¿Cuándo volverás?
—No tengo ni idea.
—¡No tardes mucho!
—No te preocupes. Volveré lo antes posible.

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