Copyright de las obras

Entre mis blogs de El guardián del faro, el de Entre perros y gatos te veas y el de Ciudad sin barreras (que está desaparecido en combate por razones técnicas) y el fotolog que eliminé, en más de trece años de actividad como bloger he llegado a acumular casi dos mil artículos propios, usualmente bastante extensos. Dos mil se dice rápido; imaginarlos, discurrirlos, escribirlos y publicarlos se llevó muchas largas horas, demasiadas. Todos ellos estaban y están aún bajo el modelo del copyleft, del que soy partidario para ciertas obras y en determinadas circunstancias, no como una generalidad aplicable a todos los casos.

En este mismo blog que tengo como escritor permito la descarga libre de diversos poemas, así como de varios cuentos completos, bajo las condiciones indicadas en la página de COPYRIGHT DEL SITE. Además, de cada una de las novelas que publico permito, a través de los respectivos hiperenlaces, que los interesados descarguen, en varios formatos de libro electrónico y en PDF, diversos capítulos que, en algunos casos, abarcan más de trescientas páginas de la obra. Esta cantidad de páginas, para muchos escritores (quizás la mayoría) equivale a una novela completa, y para algunos otros, dos novelas.

Pirateo.

En la actualidad, yo considero que todo ese trabajo, compartido en parte también a través de Internet Archive, ha sido mi contribución literaria gratuita y desinteresada a la divulgación de la literatura, la creatividad original y la divulgación de la diversidad de las ideas. Lo menos que ahora puedo pedir, a estas alturas de mi vida, es que se me respete como persona y como escritor y, por ende, se respete y valore mi trabajo literario plasmado en las obras que publico comercialmente (novelas, colecciones de cuentos y poemarios). Indistintamente de si a alguien no le gustan o si, al contrario, le gustan.

Si tu forma de ganarte la vida es como buhonero en las calles o vendiendo algún producto en un puesto ambulante, yo no voy a intentar robarte algo de manera oculta. Si tienes un comercio, una tienda o cualquier otro medio laboral yo no voy a intentar salir sin pagar. Si eres profesional en alguna disciplina, un comercial o un oficinista yo no te espero al lado del cajero automático para intentar asaltarte y quitarte parte del fruto de tu esfuerzo laboral.

Es por ello por lo que te pido, estimado lector, que en similar reciprocidad de respeto mutuo, si estás interesado en alguna de esas obras, bien sea en formato impreso o en formato de libro electrónico, las adquieras legalmente a través de los diversos canales de ventas que están disponibles, no de manera irregular o como usualmente se le dice: «pirateadas». Aunque el término es usado incorrectamente.

En términos generales y en conformidad con la legislación española, puesto que mis obras literarias se encuentran registradas en España, así como también lo contempla la normativa europea, en lo que concierne a la Propiedad Intelectual, dentro de la que se encuntran los derechos de autor, en mis obras literarias rige lo siguiente, en su acepción más amplia y sin restriciones:

Queda prohibida, salvo para citas y cualquier excepción prevista en la ley, toda forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra, sin contar con la autorización expresa del titular de la propiedad intelectual. La contravención de los derechos señalados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual.

Gracias por tu comprensión.

Para que tengas algo más claro lo que es el trabajo del escritor, te invito a que leas estos dos artículos que publiqué en este mismo sitio Web:

https://alfredodiazgarcia.com/el-precio-de-un-libro-regalado/
https://alfredodiazgarcia.com/el-trabajo-del-escritor-que-queda-oculto-tras-el-telon/

Nota: Los enlaces a mis otros dos blogs que aún existen se encuentran abajo en el footer, por si son de tu interés.