Dos estilos literarios muy diferentes y opuestos

2 tazas muy diferentes puestas sobre un mantelEl denominado estilo literario es un concepto que ha evolucionado a través de los siglos y, con ellos, ha cambiado bastante. No voy a hablar sobre todos los estilos literarios que se consideran actualmente, porque la lista es larga y ya eso lo han hecho otros. Solamente aclararé que por estilo literario se entiende aquella forma de escribir y de expresarse literariamente que hace peculiar y distintivo a cada autor. Tanto como las características físicas y de comportamiento individualizan a cada persona.

Yo aquí me centraré, más que nada, en el denominado estilo sobrio que, cuando se quiere llevar a sus extremos y sacarle punta, yo lo denomino minimalista. Y su confrontación con otros opuestos como el estilo sencillo, el estilo nítido, el estilo elegante e, incluso, el estilo florido. Al final coloco el enlace adonde explican cada uno de los estilos, por si no los conoces. Por cierto, no confundas estilos literarios con los recursos estilísticos, mucho menos con los denominados géneros literarios y los subgéneros.

Sea cual sea el estilo o la mezcla de estilos que estés usando —porque sí, se pueden mezclar estilos diferentes en la misma obra—, en toda novela y obra narrativa suelen presentarse dos situaciones bastante comunes. Se dan cuando el autor que gusta de escribir en un estilo sobrio, sencillo y técnico —o bien porque no sabe manejar otro, que de todo hay— intenta ir al minimalismo narrativo o a lo que sea.

Antes de que sigas leyendo te advierto que esto va para largo, bastante largo. Es el resultado de volcar 30 páginas escritas en un formato de DIN A4 con interlineado sencillo y algo más de 12.500 palabras. Tú decides si te puede resultar de interés.

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Cómo puedes aprender narrativa.

Una rueda de noria en una feriaMuchos que comienzan sus primeros pasos como escritores manifiestan sentirse trancados y confusos, a la hora de realizar descripciones narrativas de lugares, situaciones e incluso de personajes. Eso suele desanimarlos y acuden en solicitud de alguna clase de ayuda a foros y a grupos de escritores. Poco o nada se puede hacer para dar consejos sobre narrativa a través de unos comentarios. Es como el que pretendía que le enseñaran ortografía por ese medio.

Dentro del género epistolar no se utiliza la misma forma ni estilo para dirigir un oficio a una empresa privada, a un organismo público, a un departamento militar o a un juez, que una carta a una persona desconocida, a un familiar o a tu amigo más íntimo.

De igual manera, no es lo mismo escribir un manual de métodos y procedimientos, uno técnico sobre el manejo de un equipo, y un informe científico o técnico para una revista especializada; mucho menos un dictamen jurídico. Tampoco lo es la narrativa para una novela. No tienen nada que ver porque los estilos son muy diferentes. Yo he manejado todos ellos sin ningún problema, tanto realizando manuales de procedimientos como informes técnicos de accidentes marítimos y dictámenes jurídicos. Quizás la diferencia ha sido que cuando llegué a ellos, yo ya tenía muchos largos años de narrativa y de poesía tras de mí.

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